Haga clic para más productos.
No se encontraron productos.
Haga clic para más productos.
No se encontraron productos.
Búsqueda de blogs
Publicado en3 años hace
Favorito1

Indistintamente para hombres y mujeres, la piel es el órgano más grande del cuerpo. Si se aislara y midiera, tendría una longitud de 2 m. cuadrados y un peso de 5 kg. Protege, regula la temperatura corporal, sintetiza vitamina D, nos entrega el sentido del tacto y revela nuestro estado tanto físico y emocional, indicando disfunciones como la deshidratación, sudando cuando estamos nerviosos o enrojeciéndose cuando nos da vergüenza.

Durante décadas, las mujeres han invertido tiempo y dinero en rutinas faciales para revertir la aparición de arrugas y mantener una piel más bonita y saludable. Dentro de este marco, no hay razón para que los hombres dejen de lado este importante órgano que tiene que ver con nuestro aspecto y estado de salud.

Para un cuidado adecuado de la piel, es fundamental llevar una rutina de limpieza e hidratación diaria. Ésta puede ser más sencilla o con menos pasos que el ritual de limpieza femenino pero de todas maneras, hay aspectos importantes a tener en cuenta.

La piel masculina es un 20% más gruesa que la femenina y tiene mayor cantidad de glándulas sebáceas, lo que favorece el acné. Además, el hecho de tener barba y afeitarse casi a diario deja la piel más sensible y expuesta. Debido a estos factores, lo recomendable es cuidar la piel con productos elaborados para hombres, ya que la piel de las mujeres tiene otras necesidades.

El primer paso para el cuidado de la piel es la limpieza. Como mencionamos anteriormente, la piel de los hombres tiende a ser más grasa, por lo que es importante mantenerla limpia para evitar la aparición de granos y puntos negros, lo que se logra aplicando un gel limpiador que retire la contaminación, sudor y suciedad acumladas.

Este limpiador debe ser especial para el rostro y si tu piel es muy grasa, es importante encontrar uno que venga en formato de gel (no crema) para evitar la acumulación de aceites. También puedes optar por exfoliar tu piel una o dos veces por semana para eliminar las células muertas. Sin embargo, si tienes piel sensible (se irrita o enrojece con facilidad), es mejor que dejes este proceso para una o dos veces al mes.

En el día, el proceso de afeitado debe realizarse después de esta limpieza. Llevarlo a cabo luego de la ducha facilitará el procedimiento, ya que el vello está más blando y los poros más abiertos. Una vez que termines, elimina los restos de productos con agua fría para cerrar los poros y usa un gel aftershave para tu tipo de piel.

Luego de este paso viene la hidratación. En general los productos aftershave tienen un efecto super hidratante pero también debes preocuparte del resto de tu cara. Es importante elegir una crema para tu tipo de piel y aplicar pequeños puntos en frente, majillas, nariz y barbilla para esparcirlo posteriormente con movimientos ascendentes.

La piel del contorno de ojos tiene necesidades diferentes, ya que es más delgada y tiende a arrugarse con más facilidad. Si te animas, puedes elegir una crema especial para esta zona. Esto evitará la aparición de manchas oscuras y arrugas. Aplica un punto en la zona bajo el lagrimal y espárcelo suavemente con tu dedo anular, dando pequeños toquecitos para que se absorba, ¡jamás tironees la piel!

Lo ideal es que durante el día selles tu rutina con un protector solar, tanto en invierno como verano, puesto que los rayos solares traspasan las nubes y de hecho, son la causa número uno de envejecimiento, con un 80% de responsabilidad en este aspecto.

Existen muchos productos más que puedes aplicar dentro de tu rutina: tónicos, sérums, ampollas, todo depende del tiempo y dinero que quieras dedicar a tu piel. Sin embargo, los pasos mencionados anteriormente son los básicos para comenzar a cuidarla.

Dejar un comentario
Deja su comentario
Por favor login para publicar un comentario.

Crear una cuenta gratuita para guardar tus favoritos.

Registrarse

Crear una cuenta gratuita para usar listas de deseos.

Registrarse